Objetivos
•
Desarrollar la conciencia corporal.
• Aprender a
relajarse.
• Relacionar
la respiración con diferentes sensaciones de su cuerpo.
Desarrollo
del ejercicio
En esta
actividad vamos introducir la relación que existe entre las señales del
cuerpo y los
pensamientos, emociones y sentimientos, a
la vez que aprenderán a
relajarse.
El cuerpo es
como un aparato de medir emociones, reacciona a ellas y nos
informa
respecto a la experiencia que estamos viviendo en un momento dado. Así,
los hombros
encogidos, palpitaciones, un nudo en el estómago,... son
señales que
el cuerpo
nos envía y que hay que atender. Por esto, vamos también a trabajar la
atención
plena al cuerpo, para reconocer esas señales que nos envía. Y para
hacerlo
vamos a hacer un ejercicio, con el que además vas a aprender a relajarte.
Vamos a
sentarnos cómodamente en la silla
Ahora en
silencio vas a estar atento a ti mismo, a tu cuerpo.
Siente tu
cuerpo sobre la silla. ¿Qué sientes en este momento?
Quizás
sientas algo en tus brazos o en tus piernas, quizás te
des cuenta de que
estás
cansado/a
Quizás
sientas que tu cabeza está pesada de tanto pensar y trabajar. O también
puedes no sentir nada e
n especial.
Eso, también está bien.
Ahora cierra
los ojos, bien cerrados, y aprieta las muelas fuertemente, las
unas contra
las otras. Tus labios bien apretados, tensa todos los músculos de la
cara.
Ahora suelta
toda la tensión y relaja los ojos, la mandíbula,
tus labios. Todo
completamente
relajado. Siente tu cara relajada.
A
continuación cierra y aprieta tus manos muy fuerte, siente también como
tus brazos
se tensan. Sé
consciente de esa tensión. Date cuenta
de que estarás
reteniendo
tu respiración y cuando
lo hagas, suelta toda la tensión de tus brazos y
manos,
relajándolas completamente. Siente tus brazos, tus manos, tus dedos
relajados. Ahora
observa, siente de forma muy consciente la relajación después de
haber
tensado brazos y manos.
Lleva ahora la
atención a tu vientre, mételo hacia dentro, hasta que quede
liso como
una tabla. Verás que también contienes tu respiración, en este momento
deja ir la
tensión de tu vientre. Con un suspiro lo relajas y podrás ver como se llena y
se vacía con
tu respiración.
Siente varias veces el movimiento de tu vientre cuando
inspiras y
espiras. Ahora podrás
sentir más fácilmente el movimiento de tu estómago
subiendo y
bajando con la inspiración y la espiración.
¿Cómo están
tus piernas en este momento? Para que tus piernas
también
se relajen
vas a doblar los dedos de los pies, a apretar tus rodillas la una contra la
otra y tensa
los músculos. Observa qué
partes de tu cuerpo se tensan. ¿Qué sucede
con tu
respiración? Hay veces que nuestro cuerpo se tensa sin que nos demos
cuenta.
Siente la tensión. Ahora suelta
los dedos de los pies, relaja las rodillas y
siente los
músculos sin tensión, relajados.
Siente todo
tu cuerpo relajado, tranquilo. Las piernas,
las rodillas y los dedos
de tus pies
están relajados. Sigue así,
sentado o tumbado sintiendo la relajación.
Siente ahora
tu respiración, estará en calma, moviendo suavemente tu vientre al
inspirar y
al espirar.
Lo has hecho
muy bien. Este ejercicio podrás hacerlo cuando tú quieras,
antes de un
examen, de una competición
deportiva,...cuando estés enfadado...o
simplemente
cuando quieras relajarte.
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